lunes, 20 de junio de 2011

Condena a 2 años de cárcel por ruidos.

El propietario de un bar musical en Barcelona ha llegado a un acuerdo y ha aceptado una pena de dos años de cárcel por los ruidos que generó, incumpliendo durante 4 años las ordenanzas municipales vigentes en la materia. El Fiscal solicitaba una pena inicial de cinco años y dos meses de prisión por un delito medioambiental, ya que las emisiones ruidosas por encima de los decibelios permitidos, se consideran contaminación acústica.

El juicio no ha llegado celebrarse, ya que el imputado ha aceptado los hechos y se ha aceptado la reducción de pena de los 5 años a 2 años, unido a una multa de 4.800 euros. La Fiscalía aceptó reducir la condena, ya que el acusado ha realizado las modificaciones necesarias para que el impacto medioambiental por ruido esté dentro de los límites legales que establece la normativa vigente.

Los vecinos del inmueble donde se encontraba el local habían denunciado hasta en 38 ocasiones ante la Guardia Urbana los ruidos procedentes del local, ya que no podían dormir, lo que les provocaba ansiedad y estrés.

La Guardia Urbana de Barcelona detectó que el bar realizaba una actividad ilegal y los aparatos de música emitían un nivel de decibelios superiores a lo legal, situación que motivó un expediente sancionador y la clausura del establecimiento. Los vecinos soportaban unos decibelios superiores al límite nocturno que estaba establecido en 30 decibelios.

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